SINDROME DEL RESPIRADOR BUCAL (SRB)
Un niño con función nasofaríngea normal, mantiene
en reposo la boca cerrada, los grupos musculares asociados operan en equilibrio
orientando el crecimiento de los maxilares. El aire entra por las fosas
nasales y crea una columna que empuja el paladar hacia abajo. La correcta
posición y función de la lengua equilibra esta fuerza y
determina la altura dimensión transversal de la bóveda palatina.
Todo esto sirve al crecimiento y desarrollo cráneo-facial y dental
armonioso.
CAUSAS RELACIONADAS
Frente a condiciones adversas, se ponen en marcha mecanismos de adaptación
para la supervivencia. La Respiración Bucal aparece como alternativa,
cuando una obstrucción de las vías respiratorias altas,
aumenta la resistencia al flujo aéreo nasal y altera el pasaje
del aire por la nariz.
La etiología de las obstrucciones en las vías aéreas
superiores (VAS) es variada:
- Rinitis (inflamaciones de la mucosa nasal : alérgicas o vasomotoras)
causan aumento de los cornetes nasales e impiden el paso del
aire.
- Hipertrofia adenoidea y/o amigdalar.
- Desviación del tabique nasal.
- Uso de chupón: ya que genera deformaciones en los huesos de
la boca e impide que el niño consiga respirar correctamente por
la nariz, lo que determina el hábito de la respiración
bucal.
- Malformaciones de los huesos nasales y/o fracturas nasales.
- Hipertrofia de cornetes nasales.
- Pólipos o tumores nasales.
- Presencia de cuerpos extraños.
- Catarros.
- Sinusitis.
- Faringitis.
Hay que tener en cuenta que la respiración bucal puede aparecer
sin que existan obstrucciones evidentes. Puede ser una costumbre adquirida
desde el nacimiento, debido a malos hábitos en la succión
y en la alimentación o al mantenimiento de posturas viciosas.
También es frecuente que en pacientes sin alteraciones anatómicas,
pero con congestión nasal recurrente por rinitis alérgicas
o cuadros gripales a repetición, desarrollen temporalmente una
respiración bucal, pero posteriormente a pesar de tener una vía
aérea despejada, continúen por hábito con un patrón
respiratorio bucal.
Cuando el niño sana de su afección respiratoria, puede recuperar
su respiración nasal, u olvidarla por haber encontrado un camino
más corto y fácil e instaurar definitivamente una respiración
bucal (R.B). En estos casos, la falta de excitación de las terminaciones
neurales nasales deterioran las respuestas de desarrollo espacial de dichas
fosas y de los senos maxilares.
Para permitir el paso de aire por la boca, será necesario que
el paciente mantenga en forma permanente un "pasillo bucal"
libre, la mandíbula gira hacia abajo y la lengua se mantiene en
posición baja, dejando de modelar el paladar. Los labios se mantienen
entreabiertos y se presentarán cada vez más hipotónicos.
Esta hipotonicidad permitirá que predomine la acción centrífuga
del complejo lingual que no tendrá la contención natural
del anillo muscular labial; no existiendo la acción coordinada
que modela el crecimiento de los maxilares y de las arcadas dentarias,
lo más probable es que el crecimiento y la orientación de
la unidad dento-alveolar sea hacia vestibular.
El aire que penetra por la boca empuja el paladar hacia arriba y como
no existe fuerza contraria de la columna de aire nasal, éste permanece
alto. Los buccinadores estirados comprimen el maxilar.
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